MUJERES LES EN LA HISTORIA

Eva García de la Torre: El Coraje de la Mujer que Derrotó al Franquismo para ser Alcaldesa y hacer Historia
Fue encerrada y maltratada por el Patronato de Protección a la Mujer por ser lesbiana. Luego, en la democracia, enfrentó un brutal acoso político que incluyó el asesinato de su perra. Su reconocimiento póstumo como víctima del franquismo es una victoria feminista y de la memoria.
Eva García de la Torre (Sevilla, 1962 – Vigo, 2022) no fue solo una política local. Su vida, reconocida ahora por el Gobierno de España como la primera víctima oficial del Patronato de Protección a la Mujer debido a su orientación sexual, es la encarnación de la resiliencia femenina frente a la represión de un régimen que quería anular la libertad de las mujeres.
La Condena por Amor: «Descarriada» por Lesbiana
La infancia de Eva estuvo marcada por el abandono y la reclusión en instituciones religiosas. Desde muy joven, fue sometida a trabajos forzados y maltratos. Pero el momento que selló su destino fue en 1978: siendo una adolescente, mientras trabajaba como sirvienta, fue sorprendida escribiendo una carta donde expresaba sus sentimientos por la esposa de su patrón.
Esa declaración de amor, le valió una denuncia por «homosexualidad». Fue juzgada sin garantías y condenada a ingresar en los centros del temido Patronato de Protección a la Mujer. Esta institución, un tentáculo del franquismo que funcionó hasta 1985, castigaba con especial saña a las mujeres cuya sexualidad o identidad escapaba a la norma. Eva fue una de sus víctimas hasta que, en la veintena, logró escapar de aquel yugo.
De la Esclavitud a la Abogacía y la Lucha Política
Tras abandonar el Patronato, Eva forjó su camino hacia la independencia. Estudió Derecho en la UNED y ejerció la abogacía en O Porriño. Su espíritu indomable la llevó a la política y en 2015 fue elegida Alcaldesa de O Porriño.
Sin embargo, su vida en el poder estuvo plagada de hostilidad. Se enfrentó a ataques personales que trascendían lo ideológico: ella misma denunció ser «machacada por ser mujer, por mi peso, apariencia y orientación sexual».
El Acto de Terror: La Muerte de su Mascota
El clima de hostilidad alcanzó un punto de máxima violencia en mayo de 2019. Mientras Eva García de la Torre ejercía su cargo, su familia sufrió un ataque directo y cruel: una de sus perras fue acuchillada y asesinada en el jardín de su casa.
Este acto de terror, interpretado como un claro intento de amedrentar a la regidora, obtuvo una respuesta de enorme valentía por parte de Eva. Lejos de rendirse, declaró públicamente: «Si alguien quería hacer una advertencia o amedrentarme, se equivoca. No voy a dar ni un paso atrás.» Tras el ataque, recibió protección policial, pero siguió defendiendo su postura con firmeza.
La Hostilidad que Pasó Factura
A pesar de su resiliencia, la presión constante y el clima de hostilidad política pasaron una factura inmensa. En diciembre de 2021, Eva García de la Torre dimitió como alcaldesa para intentar evitar una moción de censura. Apenas un mes después, en enero de 2022, falleció repentinamente a causa de un infarto.
Aunque la causa clínica fue natural, la conmoción en su entorno y en el ámbito político fue inmensa. Existe un sentimiento generalizado de que el desgaste emocional, la tensión política y el acoso persistente al que fue sometida en los últimos años habrían sido un factor determinante en el trágico final de una vida marcada por la lucha. Su muerte prematura, a los 59 años, es un crudo recordatorio de los peajes que muchas mujeres pagan al desafiar las estructuras de poder.
Un Legado de Justicia y Memoria
La reparación, aunque póstuma, ha llegado gracias a la labor de su pareja, Silvia Fernández Quinteiro. El Gobierno ha reconocido formalmente a Eva García de la Torre como víctima de persecución ideológica y sexual. Este acto anula las resoluciones franquistas y declara ilegítimo al tribunal que la condenó en su juventud.
El legado de Eva García de la Torre es un faro para todas las mujeres. Demuestra que la mujer que el sistema quiso anular por amar a otra mujer no solo sobrevivió y lideró, sino que su historia se convierte en un símbolo de la lucha continua por la dignidad, enfrentando la opresión del pasado y la hostilidad del presente.