MUJERES LES EN LA HISTORIA

Victoria Kent

Una de las grandes juristas y una de las mujeres españolas más interesantes e importantes del S.XX.

Fue una mujer libre, avanzada y pionera.

Nació en Málaga, en el seno de una familia liberal de ascendencia inglesa.

Se negó a ir al colegio de niña y su madre la educó en casa.

En 1916, se trasladó a Madrid para terminar el bachiller y estudiar en la universidad.

Residió en la Residencia de Señoritas, vinculada a la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por María de Maeztu.

Durante estos años se costea los estudios dando clases particulares y trabajando como profesora en educación secundaria.

En esta época, entró en contacto con diversas asociaciones feministas que buscaban la emancipación de la mujer, como, la Asociación Nacional de Mujeres, el Lyceum Club, que llegó a ser su vicepresidenta y el Club Safico de Madrid.

De 1920 a 1924, estudió derecho, doctorandose con una Tesis sobre la situación de las prisiones.

En 1925, fue la primera mujer española, en formar parte del Colegio de Abogados y, aunque no parecía tener interés en ejercer la profesión, en mayo de este mismo año, se conoció su intervención como abogada defensora.

Fue en 1930, cuando su nombre salta a las páginas de todos los periódicos tanto nacionales como internacionales, al ser protagonista de un hecho inaudito hasta entonces: fue nombrada letrada de Don Alvaro de Albornoz, convirtiéndose así en la primera mujer que actuaba ante el Tribunal Supremo de Guerra y Marina en el mundo. Su defensa fue brillante , logrando la absolución de su cliente y consiguiendo un gran prestigio como letrada.

Tambien en 1930, su confesada “vocación política combativa” la llevó a unirse al Partido Republicano Radical Socialista.

En 1931, salió elegida diputada por las Cortes , su participación fue bastante discreta , debido a su cargo de Directora de Prisiones, a excepción del debate con Clara Campoamor sobre si las mujeres deberían de votar al igual que los hombres.

Propuesta que gracias a Clara Campoamor salió adelante y las mujeres pudieron votar.

Victoria Kent se oponía a ello debido a que había una gran tasa de analfabetismo femenino y tenía miedo de que pudieran ser influidas por los curas y sus maridos, votando a la derecha y poniendo así, en peligro la recién estrenada República, prefiriendo aplazarlo.

Paralelamente llevó a cabo lo que ella misma calificó como «la tarea más importante de mi vida»: la Dirección General de Prisiones, de 1931 a 1934.

Se dedicó a reformar las cárceles españolas, con el convencimiento de que las sociedades están obligadas a recuperar al delincuente como miembro activo y como hombre.

– Cerró, por estar en malas condiciones 114 centros,

-Construyó la cárcel de mujeres de las Ventas.

– Estableció permisos para los presos, medida que levantó una gran polvareda.

Su objetivo principal fue dignificar y humanizar las prisiones así como priorizar la inserción por encima del castigo

Todas estas medidas convirtieron a Victoria Kent en una persona enormemente popular.

» Yo conocí como los presos dormían con cadenas en los pies. Decidí las cadenas y grilletes instalados en las prisiones de los hombres. Pues bien, esos hierros los mandé llevar a Madrid y fueron fundidos con otros metales en un busto de Concepción Arenal’, escribió.

En 1936, volvió a ser elegida, por segunda vez, diputada a las Cortes, por Jaén.

Tras el estallido de la Guerra Civil, fue fiel al Gobierno de la República y le siguió en su éxodo a Valencia y Barcelona.

Estuvo en el frente de Guadarrama, haciéndose cargo de la vestimenta y alimentación del ejército republicano. Creo guarderías .. .

Poco después le encargaron la organización de refugios para los hij@s de los milician@s y ayudó en su evacuación temporal del país hacia París.

Fue Secretaria de la Embajada de París (1937-1939) con el fin de recibir a l@s niñ@s evacuad@s y de rescatar a los refugiad@s españoles de los campos de concentración creados por el gobierno francés en el sur del país.

Como exiliada en París colaboró en la salida de refugiad@s españoles hacia América, pero al no poder huir ella misma debido a que las compañías de navegación francesas habían suspendido sus viajes a México, tuvo que vivir oculta bajo el nombre de Madame Duval durante la ocupación alemana, tratando de evitar que la Gestapo la encontrara y entregara a las autoridades franquistas, que habían advertido a las autoridades de Vichy.

Entre 1940 a 1944, pasó la época más difícil de su vida, viviendo solitaria y encerrada, primero en la embajada de México en París durante casi un año, y luego en un apartamento del Bois de Boulogne gracias a la protección de su amiga Adèle Blonay, dirigente de la Cruz Roja.

Estos cuatro años de su vida son los que relata su álter ego masculino, Plácido, en su libro Cuatro años en París, publicado por primera vez en 1947 y cuya reedición presentaría años más tarde, en 1978, en su última visita a España.

Tras la liberación de París , se exiliò, en México, participando en la creación de la Unión de Intelectuales españoles y creando la Escuela de Capacitación para el Personal de Prisiones (1949).

En 1950, la ONU le pidió trabajar en la Sección de Asuntos Sociales trasladándose a vivir a Nueva York.

En 1952, Victoria Kent conoció a Louise Crane, a través de amistades comunes, convirtiéndose en pareja , durante 37 años, hasta la muerte de Kent.

En su vida privada tampoco se plegó a las obligaciones a las que la sociedad sometía a las mujeres de la época.

Ambas mujeres formaron parte de «Las Modernas», una red de mujeres «fuertes, dispuestas a defender sus ideas e imponer su libre estilo de vida sobre las convenciones de los años centrales del siglo XX».

Junto con ellas, Hannah Arendt, Mary McCarthy, Victoria Ocampo, Gabriela Mistral, Elizabeth Bishop, Billie Holiday, Ana María Matute, Adéle de Blonay o Rosa Chacel. Todas ellas valientes, libres, pioneras.

Su punto de encuentro en Nueva York era la casa de la Quinta Avenida, frente a Central Park, que compartían Victoria y Louise.

En esta nueva etapa de Victoria Kent, hay que destacar la labor política y cultural que desempeñó en el exilio gracias a la revista «Ibérica», sufragada por su pareja Louise Crane y en la que publicaron Salvador de Madariaga, Tierno Galván, Albert Camus, Juan Goytisolo, Tuñón de Lara, Dionisio Ridruejo o Mario Soares, entre otros.

En 1977 y 78, visitó España con su pareja Louise pero se volvió a New York, decepcionada con la Transicion, por la instauración de la monarquía que no entendía esa situación .

Ya nunca más volvió a su país.

Meses antes de morir , en 1988, le concedieron el premio San Raimundo de Peñafort.

+INFORMACION :

https://www.20minutos.es/nacional/blogs/1-de-cada10/kent-louise-una-pareja-mujeres-nueva-york-5604244

https://www.laopiniondemalaga.es/cultura-espectaculos/2020/07/01/victoria-kent-louise-crane-amor-27498345.html

https://loslibrerosdebenedetti.blogspot.com/2016/05/victoria-kent-y-louise-crane-en-nueva.html

https://www.elespanol.com/cultura/historia/20160701/136736897_0.html

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